La seguridad en internet ha avanzado mucho y, si bien sigue existiendo el phising (del que son objeto los bancos más importantes y empresas tecnológicas como Apple), ahora es más común que seamos nosotros mismos quienes nos metamos sin querer en la boca del lobo gracias a las publicidades que irrumpen sin permiso en nuestro timeline en las redes sociales, por ejemplo.
Somos muy dados a hacer clic en estos anuncios que presentan productos irresistibles a precios muy bajos. Accedemos a las tiendas online desde estos anuncios y nos parece que todo está en orden. Y es que cada vez preparan mejor estas tiendas trampa. Todo parece estar bien.
En estos casos, los comentarios en las mismas publicaciones nos darán pistas sobre si es una estafa o no lo es (normalmente, lo será). Una vez pagado el producto nunca llegará, e incluso la tienda online desaparecerá por arte de magia y no tendremos dónde reclamar. Por lo tanto antes de comprar en una tienda desconocida es muy importante obtener toda la información posible para asegurarse (o al menos intentarlo) de que no es scam.
En el caso concreto de los casinos en línea, debemos poner especial atención en no confiar nuestros datos bancarios ni depositar en uno que no sea solvente o incluso que opere al margen de la Ley. Nuestra mejor opción será acceder desde recomendadores seguros, donde encontraremos reseñas de los mejores casinos online y podremos conocer previamente su oferta y sus condiciones.
Por otra parte, si a pesar de nuestros esfuerzos no hemos conseguido detectar un sitio fraudulento y les hemos confiado nuestro dinero, hay una manera de prevenirlo: pagar a través de métodos seguros. PayPal en este caso nos ofrece una “protección al comprador” con condiciones de reembolso en muchos casos.
También hay cada vez más tarjetas de crédito que incluyen gratuitamente un seguro ante estafas y robos a través de internet, y que nos permiten iniciar un procedimiento legal empleando sus recursos de manera completamente gratuita. Por supuesto, esto también tiene su letra pequeña, pero en muchos casos desconocemos las prestaciones adicionales de nuestros métodos de pago, y estos pueden ayudar a recuperar nuestro dinero.