Apple Inc. celebró hace poco su WWDC (conferencia mundial de desarrolladores), que es su escaparate anual de actualizaciones de software para sus productos. Por lo general es en septiembre cuando Apple lanza nuevo hardware – iPhones, iPads, Watches, Macs – pero la WWDC (junio) permite a los desarrolladores y a los «fans» de Apple una visión de lo que está por venir.
Durante la WWDC 2022 hubo muchos anuncios nuevos, pero una vez más Apple se centró en su tecnología para el entrenamiento físico. Hubo varios anuncios relacionados con este tipo de software, todos ellos diseñados para que estemos más sanos y tengamos una actitud más inteligente con respecto a nuestro estado físico.
El mercado mundial de la tecnología de entrenamiento físico es enorme. Por supuesto, no sólo está relacionado con Apple. Empresas como Strava, Fitbit, Peloton y muchas otras ganan enormes cantidades de dinero vendiéndonos productos y servicios diseñados para ayudarnos a ponernos en forma. Sin embargo, todas siguen conceptualmente la misma idea: utilizar nuestros datos para informarnos de nuestros hábitos y animarnos a hacerlo mejor.
Los datos deportivos representan un gran negocio
En términos objetivos, la mayoría de la gente diría que la tecnología del fitness es algo bueno. Pero, ¿puede ser demasiado perjudicial para nuestra salud? Los datos deportivos son un tema extraordinario. Puede ayudarnos a tomar decisiones en campos muy diversos, desde cómo nos agachamos para recoger algo hasta el análisis de los equipos de fútbol para las apuestas deportivas. Sin embargo, hay quienes sostienen que el seguimiento de la condición física personal está empezando a ser abrumador, y esto se debe a una serie de razones.
El elemento menos cuantificable es quizás que la tecnología del entrenamiento físico tiende a quitarle parte de la diversión al deporte y al ejercicio. Si se tiene en cuenta el número de personas que han cambiado un paseo en bicicleta al aire libre por una bicicleta Peloton en los últimos años, se podría argumentar esto. Hay algo que se pierde al mirar fijamente a una pantalla en comparación con experimentar el viento en el pelo mientras se pedalea por el campo.
Sin embargo, en un sentido más general, el seguimiento de la actividad física puede conducir a una especie de obsesión. Hay que recordar que no se trata sólo de la rutina diaria de ejercicios, sino que se registra todo: el sueño, la comida, el tiempo que se pasa mirando la pantalla del teléfono, etc. Todo se monitoriza, y nos convertimos en seres humanos que están en deuda con esa información. De alguna manera podemos dejar de escuchar a nuestro cuerpo y centrarnos más en la tecnología.
Algunos críticos han expresado su preocupación por la idea de depender de la tecnología. Mientras que la magia técnica de Apple y otros debe ser celebrada, sus productos están lejos de ser perfectos. Se sabe que algunas de las opciones más baratas dan información inexacta sobre factores importantes como el ritmo cardíaco.
Una de las principales preocupaciones: la salud mental
Una de las principales preocupaciones no es la salud física, sino la mental. Algunos psicólogos han señalado el nivel de ansiedad que puede provocar el seguimiento de la actividad física. Hay quienes afirman que podemos obsesionarnos con los datos y no creer que hemos hecho ejercicio a menos que esté registrado. Por otra parte, podemos obsesionarnos con algunos detalles que realmente no importan. Y todo esto genera ansiedad.
Como hemos mencionado más arriba, la tecnología aplicada a la salud puede considerarse beneficiosa en términos generales. Sin embargo, como cualquier otra actividad, debe considerarse con moderación. Está bien saber que puedes hacer un seguimiento de tus tiempos de carrera y registrar la cantidad de sueño en una semana. Sin embargo, en ocasiones hay que escuchar al cuerpo.